BUENAS PRÁCTICAS
¿EL CARNÉ MÁS "CARO" DEL MUNDO?
Ésta no es la autoescuela más barata. Tampoco es la más cara.
La gran pregunta: ¿Cuánto dinero cuesta sacarse el carné? ¿Qué precio le ponemos a un permiso de conducción que -en principio y así, sin entrar en matices ni detalles- es para siempre, para toda tu vida? Durante el verano pasado, cuando veíamos los anuncios de la última campaña de la DGT sobre Seguridad Vial "Estas son las gafas de sol más caras del mundo", se nos ocurría que hay situaciones en las que podría decirse "este es el carné más caro del mundo". Sí, caro, caro, caro, porque al final no ha servido para nada, sólo para perder el tiempo y las ilusiones (esas cosas que todos decimos que valen más que el dinero). Me refiero a esos casos que todos conocemos en que le preguntamos a un conductor nobel, con toda nuestra gran sonrisa y verdadero interés "¡Oye! ¿Qué tal? ¿Cómo te va el coche?" Y el susodicho nobel mira para abajo con una media sonrisa un poco avergonzado/a y responde: "Bueno...no he vuelto a cogerlo..." o "Me da miedo, no entro a la ciudad, lo aparco a las afueras" o "No se atreven a montarse conmigo" .
Ésta no es la autoescuela más barata. Tampoco es la más cara.
La gran frase: Vivimos tiempos extraños. Por todas partes, todo el mundo, público y privado, habla de Seguridad Vial. Pero a la hora de ir en coche a una playa cercana, el que tarda media hora más de lo considerado necesario es tonto. Así: tonto. O torpe. Por alguna misteriosa ley del espacio-tiempo, cuanto más tiempo tardas en llegar conduciendo a un sitio, más tonto eres. No importa si te has saltado los límites de velocidad, si no has parado para descansar, o si has dejado el coche en doble fila: si tardas, eres tonto. Y en virtud de esa "ley" , aunque todas las autoescuelas (estamos seguros) dedican muchos valiosos minutos a concienciar sobre la importancia de cumplir las normas para una conducción más segura y gratificante, algo debemos estar haciendo regular cuando la ley del "lento-tonto" se impone sin piedad.
La gran moda: ¿Autoescuelas "Low-cost"?. Nuestros amigos y familiares nos animan a tomar nuestro "danacol" de cada día, a caminar media hora más, a fumar un cigarrillo menos... pero cuando se trata de sacar el carné de conducir, oímos frases como "¡¿Cuántas clases llevas?! ¡¿Tantas?!" "Tú preséntate ya, a ver si tienes suerte..." "Pues yo me lo saqué a la primera con 14 clases..." "A ver si te están enredando con tantas clases...". En principio, y para entendernos, podemos decir que el carné de conducir es una inversión para toda la vida. En estos tiempos hemos sabido de personas, a menudo de edad avanzada, a las que se les ha ofrecido inversiones inadecuadas a su situación y necesidades (sí, me refiero a eso de las "preferentes"). En las autoescuelas, cuando hay que presentarle un posible presupuesto a un alumno, vamos, lo que le va a costar sacar el carné... ¡Son tan distintos unos alumnos de otros! Independientemente del dinero de que dispongan (o quieran disponer) para gastarse en el carné, desde la autoescuela nuestra experiencia nos permite intuir, suponer, aventurar, con honestidad, una aproximación al coste real de lo que necesita gastarse el alumno para aprobar. Pero: ¿quién le pone el cascabel al gato? Nadie quiere oír que necesita equis número de clases prácticas porque sus habilidades no parecen ser las más apropiadas para manejar un automóvil, aunque sea master en telecomunicaciones y su cuñada se sacara el carné a la primera con 20 clases.
La gran apuesta: Profesionalidad y dedicación. Estamos convencidos de que ése es el camino. Bienvenidos.
